Los hombres en Puebla, por el derecho a decidir

* En poco más de 60 minutos, 60 hombres hablaron sobre la violencia a las mujeres
* Desde funcionarios públicos hasta activistas respondieron a la convocatoria de Ddeser, Demysex y el Ayuntamiento de Puebla

Puebla/ En el marco del Día Internacional contra la Violencia hacia las Mujeres, académicos, artistas, periodistas, activistas, gente del mundo del espectáculo, empresarios y funcionarios públicos se dieron cita en el parque Juárez para hablar y reflexionar sobre la violencia hacia las mujeres en el acto 60 hombres, 60 minutos contra la violencia.

A la iniciativa de la Red por los Derechos sexuales y Reproductivos en México (DDESER Puebla) y la Red Democracia y Sexualidad (Demysex Puebla), el Instituto Municipal de las Mujeres y el Sistema DIF Municipal se sumaron en un interesante ejercicio democrático.

La libertad de expresión campeó durante el evento llevado a cabo el domingo 29 de noviembre y hubo un consenso entre académicos, comunicadores y activistas que tocaron el tema: el derecho de las mujeres a decidir sobre su cuerpo sigue siendo la gran asignatura pendiente de la sociedad en Puebla y en México.

Lorenzo Meyer, Óscar López, Julio Glockner, Mauricio List y Francisco Vélez Pliego, entre otros, coincidieron en que las reformas aprobadas en 17 estados de la República, entre ellos Puebla, han sido un hecho de violencia institucional contra las mujeres por parte de los legisladores, sobre todo varones, del PRI y del PAN.

Desde diferentes ópticas los hombres coincidieron en que es un acto vergonzoso, impulsado desde la derecha en detrimento de los derechos y de las garantías de las mujeres, donde no se les ha escuchado para nada. “¿Por qué a los hombres no se les castiga como a las mujeres por el mismo acto?” Preguntó Lorenzo Meyer.

Otros participantes hablaron de otras formas de violencia, como la violencia verbal, la emocional y hasta la económica. Así como de grupos doblemente marginados por ser mujeres pero también por ser jóvenes, lesbianas, ancianas o discapacitadas.

Fue una tarde de contrastes, en la que se reunieron varones de diversos orígenes y profesiones, donde ejerciendo la libertad y el diálogo se reconoció que hace falta un compromiso más elevado, más ético para combatir la violencia que se ejerce hacia las mujeres desde todos los sectores.

“No vengamos con la actitud de pedir perdón, realmente comprometámonos con un cambio profundo desde nuestro ser hombres y trabajemos en ello”, recalcó el activista Cirilo Rivera.

Finalmente, entre los invitados, además de los mencionados, estuvieron Fernando Maldonado, Juan Carlos Valerio, Francisco de la O, Alfredo Adame, Blue Panther, Roberto Sosa, Luis Felipe Tovar, Sergio Bonilla; el evento estuvo amenizado por la música del cantante Reyli.

Nota de DDSER (Red por los derechos sexuales y reproductivos)

Artículo

El aprendizaje de nuestra cultura machista.

*Psic. Cirilo Rivera García

¿Las mujeres son culpables del machismo?

En el discurso cotidiano, la cultura masculina dominante (machismo) ha creado una serie de ideas y pensamientos en las que mujeres y hombres nos vamos apropiando de ellas, las reforzamos constantemente a través de conductas y, por lo tanto, lo llegamos a ver como algo natural.

Ejemplo de ello es la frase: las mujeres son las culpables del machismo; ellas son el pilar del hogar y la familia; nacieron para ser madres y cuidar de los hijos/as, etc. ¿y los hombres cómo participamos? O ¿solo es asunto de las mujeres?

Pensar que el machismo ha dejado de existir o que solo sigue vigente en las comunidades, es un mito. Lo que sucede es que en nuestra presentación verbal ha dejado de ser expresado, sin embargo, las conductas siguen siendo las mismas o se han vuelto más sofisticadas. Ahora ya no decimos soy muy macho, lo suplimos con soy un verdadero hombre, soy chingón, etc. Tome dos minutos y pregúntele a un hombre si es macho o machista, la respuesta será contundente: no.

Alguna vez dando un taller un compañero de aproximadamente 30 años me decía: yo no soy machista, yo sí creo que las mujeres deben participar en muchas actividades como los hombres, sin embargo, no deben descuidar su hogar, la familia, porque la mujer es el pilar de la familia.

Para nuestra cultura masculina, las mujeres y los hombres debemos cumplir con una serie de expectativas, a las mujeres se les dice que ejerzan sus derechos, que no se victimizen, que rompan el silencio y levante la voz, el problema es que no se les enseña cómo o se encuentran obstáculos en lo que los hombres rediseñamos la violencia, la disfrazamos o buscamos la manera de generarles culpa; creamos nuevos discursos para seguir sometiendo a las mujeres, que ellas las aprendan y lo sientan como algo natural de lo que nunca saldrán.

Una trampa para las mujeres, que nos favorecen y benefician a los hombres, es que mientras ellas no reflexionen sobre estas ideas y pensamientos, serán las únicas responsables del machismo, la violencia, la educación de las hijas e hijos, entre otras cosas.

La semana pasada, observé que algunos medios de comunicación mencionaban la maldad de una madre de familia que maltrataba a su hija; ella: la mala madre, ¿y el padre que violentaba a la hija e incluso a la madre? ¿qué pasa con nosotros los hombres cuando vemos la violencia que ejercen otros hombres? ¿por qué callarla o ignorarla?, la respuesta: hemos aprendido y aprehendido el machismo.

Los hombres nos ponemos en una situación de poder para describir a las y los otros como vulnerables, malos/as, etc.

El sociólogo Robert Fossaert señala que la identidad es la percepción colectiva de un 'nosotros' relativamente homogéneo (el grupo visto desde dentro: poder masculino tradicional o machismo) por oposición a los 'otros' (el grupo de fuera: las mujeres, población indígena, homosexuales,etc.). Lo que pensamos nosotros es lo que existe, lo otro no existe. Nuestra realidad está compuesta por fragmentos de imágenes racionales; la otra realidad está, pero no la vemos o no la queremos ver.

Las y los otros, desde nuestra perspectiva no deben tener poder o, por lo menos, no como nosotros, para ello descalificamos, creamos nuevos discursos o nos apropiamos de la justicia solo para nuestro beneficio.

El machismo lo aprendemos, la vivimos y lo reproducimos; en la medida en que los hombres podamos crear opciones realmente democráticas e igualitarias, en ese sentido estaremos rompiendo con las estructuras de poder masculino.


* Especialista en Temas de Género, Estudios sobre Masculinidades y Violencia.
Facilitador del Programa de Atención de la Violencia Masculina en Puebla

Comentarios y sugerencias: rivgarc@hotmail.com

Artículo

¿Para qué los grupos de atención para hombres?

* Psic. Cirilo Rivera García

"¿Para qué un grupo de hombres? si casi no hay machismo, machismo en otros lugares… (Tavo: participante de un taller sobre masculinidad y violencia).

Cuando Tavo me dio esa respuesta, me puse a reflexionar sobre ella, y lo más próximo era decirle que lamentablemente muy pocos hombres se hacen responsables de su violencia, y un porcentaje mínimo de ellos, asisten a un grupo para dejar de usar la violencia.

La diferencia es que, en el Programa de Atención de la Violencia Masculina en Puebla, los integrantes cuestionan conscientemente el significado de la masculinidad y el ejercicio de su violencia, no se juzga a los compañeros ni muchos menos se dan consejos. Creo que los grupos de hombres son una forma clave para que desarrollemos otras formas de vivir nuestra masculinidad, sin la carga social de la identidad masculina dominante, creando opciones para mejorar nuestra calidad de vida e intimidad con la gente que nos rodea.

Los grupos pequeños y con organización propia son los vehículos para muchos tipos de crecimiento personal y cambio social. Cuando fuimos capacitados en el Modelo de Atención de la Violencia Masculina, muchos compañeros se comprometieron a seguir sus procesos violentos, después de un año, solo dos seguimos así como quienes se han acercado a iniciar en el programa, canalizados por las parejas, amigas/os o alguna institución solidaria y amigos/as que trabajan desde la perspectiva de género y que creen en el Programa que estamos trabajando en Puebla.

Con este suceso queremos hacer visible que la violencia, el machismo, todas las formas de discriminación y sometimiento, no tiene nada que ver con la clase social, preparación académica, edad, etc. Por ello queremos compartirles que este grupo está abierto a toda la población masculina que necesite un trabajo personal y grupal para renunciar a su violencia.

El grupo de hombres provee una fuente de apoyo para el crecimiento personal y el cambio, así como un ambiente más seguro y reafirmante en el cual podemos confrontar nuestras conductas violentas. Desarrollamos habilidades tales como la escucha, la comunicación y la construcción de relaciones, que son esenciales para tener relaciones saludables con mujeres, niños, niñas y otros hombres. Adquirimos conciencia de nuestros propios hábitos y actitudes emocionales.

Los grupos de hombres no pueden ser iguales a los de las mujeres pues no estamos en la subordinación histórica que han vivido y viven las mujeres, y por esa razón es necesario que revisemos y desactivemos nuestros propios privilegios y nuestro sexismo. La reflexión nos permite cerrar la brecha entre nuestras creencias intelectuales y una aceptación emocional de éstas. El deseo de vivir en una sociedad democrática, justa y no sexista no puede ser posible si los hombres no cambiamos actitudes y conductas, así como dejar de usar el discurso y llevarlo a la práctica cotidiana.

La experiencia de grupo ofrece una sensación de pertenencia, amistad y compromiso con un propósito común. El grupo en Puebla nos brinda la oportunidad de reír, jugar, compartir, llorar, hablar, sanar heridas emocionales, bromear, confrontar y unirnos hacia una meta. Nos ofrece una alternativa a la soledad y al aislamiento que son reportados por muchos hombres.

Otro resultado es que los hombres adquieren un sentido de lo que significa ser hombre y se diferencia del machismo que hemos aprehendido. Las personalidades de los hombres también pueden cambiar conforme ellos adoptan el respeto hacia las mujeres, la aceptación de sí mismos, la sensibilidad y crear intimidad, que es lo opuesto a la violencia.

El grupo de hombres es, a la vez, un espacio para el crecimiento personal y una herramienta de base comunitaria. A través de él, podemos aumentar tanto nuestra sensibilidad emocional como nuestra conciencia autónoma, independiente y no sexista.

Ahora, te invitamos al grupo…


* Especialista en Temas de Género, Estudios sobre Masculinidades y Violencia.
Facilitador del Programa de Atención de la Violencia Masculina en Puebla

Comentarios y sugerencias: rivgarc@hotmail.com

Grupo para Hombres

Hacemos una atenta invitacion a los hombres interesados en cambiar la cultura machista a través del Grupo de Reflexión y Compromiso para erradicar nuestra violencia.
Las reuniones son todos los JUEVES de 8:00 a 10:00 PM.
Lugar: Priv. 29 Oriente 1807 Col. El Mirador Puebla, Pue. México. Atrás de Plaza Crystal.
Cuota de recuperación de $25.00 por concepto de materiales.
Es importante la puntualidad.

Facilitadores:
Psic. José Gabriel Licea Muñoz.
Psic. Cirilo Rivera García.

Celebramos nuestro primer aniversario

Hola amigos y amigas.

Celebramos nuestro primer aniversario de actividades como grupo que atiende la violencia masculina en Puebla. Estamos concluyendo una primera etapa de experiencias que nos han impulsado a consolidar la idea de formalizar y crecer. También de dar la oportunidad a otros hombres de sentir los beneficios de un cambio en nuestra masculinidad tradicional.

El camino no ha sido fácil, pero estar activos después de un año es un gran aliciente.

Estamos celebrando por medio de la creación de este blog, así como la generación de otros espacios en la red como facebook, Hi5 y Myspace. Pronto les daremos a conocer las direcciones.

Entretanto les invitamos a enviarnos sus comentarios, dudas y sugerencias a nuestro correo: gea_noviolenciamasculina@hotmail.com

Gracias a todos/as quienes nos han apoyado a seguir adelante. Gracias a nuestras mentoras y mentores. Sobretodo, gracias a los compañeros integrantes de grupo que siguen a nuestro lado.